Melancolías

Hace unos días y con la excusa de promocionar éste blog decidí mandar un email masivo a toda mi lista de contactos, excluyendo los amigos y amigas más cercanos con los que me escribo, hablo o veo casi a diario.

Realmente me quedé alucinada con el mogollón de emails que guardaba en esa larga lista y, teniendo en cuenta que detrás de cada email hay una persona, también me di cuenta de la cantidad de amig@s, excompañer@s, conocid@s, etc. con los que he perdido el contacto parcial o totalmente.

Días después he ido recibiendo varios emails de respuesta y me ha hecho muchísima ilusión comprobar que algunas de esas personas todavía se acuerdan de vez en cuando de mí como yo de ellas. Aunque nuestras vidas sigan adelante y aquello que un día vivimos en común quedara atrás, esas personas siempre formarán parte de lo que he vivido, de lo que soy y por supuesto de lo que seré.

Supongo que a todos nos ha pasado, todos tenemos una larga lista de emails en nuestra agenda que no utilizamos y que quizás no utilizaremos nunca, pero que nunca eliminamos, porque borrar a esas personas sería como borrar una parte importante de nuestro pasado.

A todas esas personas con las que por unas semanas, meses o incluso años, compartí experiencias, juergas, estudios, viajes, esfuerzos, disgustos y alegrías. Gracias por vuestro tiempo y… ¡Que os vaya bonito!