Cuando era pequeña me regalaron un libro-cómic de los Fraggle Rock que contaba la historia de cómo nacieron aquellos muñecotes de la tele que tanto nos gustaban (y siguen gustando) por dedicarse básicamente a vaguear y a pasarlo bien. Se llamaba “La leyenda del Curri que no hizo”y por alguna extraña razón acaba de venirme a la cabeza. Aquella historia me encantó en su momento así que la compartiré con vosotros:Recordaréis que los Fraggle Rock tenían como vecinos a unos pequeños seres verdes que no hacían más que trabajar construyendo estructuras de palitos transparentes; los Curris. Qué bajón de personajillos, madre mía… Bueno, el caso es que de repente, un día, uno de ellos decidió que estaba demasiado cansado para levantarse de la cama y que ese día no iría a trabajar (¿os suena la sensación?), para consternación de su familia y amigos que no podían entender esa actitud. “Hay que trabajar… no podemos descansar”, le decían todos.
Lo que empezaron siendo cinco minutos más de dormir, se alargó a toda la mañana y después a todo el día. El resto de Curris no daban crédito y no hacían más que decirle que no podía seguir así, que nunca en la historia de los Curris nadie había dejado de trabajar y que no estaba en la naturaleza de un Curri quedarse en la cama todo el día. Pero nuestro Curri sólo les decía “dejarme, estoy muy cansado”.Así fueron pasando los días y las semanas y poco a poco el Curri fue engordando y engordando hasta que no cupo en su pequeña casa. No hacía más que comer y comer y cada vez le llenaba menos la comida de Curri así que empezó a comerse las construcciones que estaban hechas con los deliciosos rábanos que plantaban los Goris (los gigantes de fuera de la cueva).
La comunidad Curri decidió finalmente echar al Curri “que no hizo” que, como todos ya habréis deducido, para esas alturas ya se había convertido en “un feo y gordo” Fraggle Rock que sólo pensaba en bañarse en la charca, cantar y divertirse.Y así es como nacieron los Fraggel Rock. ¿A que no lo sabíais?
